El aislante térmico, una vez instalado en la cámara de aire, es prácticamente inaccesible. Cualquier defecto en él y en su instalación será, a partir de ese momento, difícil de detectar…
hasta que sobrevienen condensaciones superficiales, e incluso moho, debidos al puente térmico formado donde se haya producido el defecto. Entonces es aún más difícil (y costosa) su solución.
Aunque cualquier aislante es apto para su colocación en cámara, su buen funcionamiento y durabilidad dependen en mayor o menor medida, según el material aislante elegido, de la instalación:
– hay casos en que, por la naturaleza del material, sensible a la humedad, hay que prever cámaras de aire ventiladas y barreras de vapor.
– por otro lado, un aislante con poca rigidez y consistencia puede sufrir asentamientos por gravedad dentro de la cámara, si no se han previsto las fijaciones necesarias.
– los encuentros múltiples con elementos estructurales (pilares, vigas, forjados) y huecos de ventanas, si no se acometen con el debido cuidado, pueden representar una proliferación de puentes térmicos en la propia cámara, y la consiguiente degradación de propiedades térmicas de la pared y riesgo de condensaciones.
– los aislantes aplicados in-situ dependen de reacciones químicas cuyas condiciones de aplicación en obra son críticas para obtener la efectividad esperada de ellos como aislantes (por no hablar del control básico del espesor aplicado).
Descripción
En la mayoría de las circunstancias, sin necesidad ni de cámara de aire ventilada ni de barrera de vapor,
las planchas RAVATHERM XPS 300 ST pueden colocarse totalmente emparedadas entre el muro exterior y el tabique interior.Las planchas RAVATHERM ™ XPS 300 ST de espuma de poliestireno extruido (XPS), gracias a sus optimas características tanto en prestaciones térmicas como mecánicas (rigidez, estabilidad) y de insensibilidad a la humedad (mínima absorción de agua tanto por inmersión -max. 0.7% en volumen- como por difusión -max. 3% en volumen-), ofrecen una seguridad adicional de que, una vez instaladas, la resistencia térmica prevista en proyecto será la real en el edificio terminado y ocupado, incluso tras toda su vida útil.
Y ello, en la mayoría de las circunstancias, sin necesidad ni de cámara de aire ventilada ni de barrera de vapor, pudiendo colocarse las planchas RAVATHERM ™ XPS 300 ST, totalmente emparedadas entre muro el exterior y el tabique interior.
El excelente comportamiento ante la humedad de las planchas de poliestireno extruido RAVATHERM ™ XPS 300 ST se explica por tener estructura de célula cerrada, lo que significa que el agua no puede pasar de una célula a la siguiente, que son a modo de compartimentos estancos y separados por una pared celular, el poliestireno, hidrófoba. En el caso de las planchas RAVATHERM ™ XPS 300 ST se dan además las siguientes características, de cara a facilitar su instalación y evitar así el riesgo de malas instalaciones:
- se presentan en longitudes de 2.60 m, para que cada plancha encaje en la altura de la cámara (que es obviamente mayor que la altura libre del local o vivienda, típicamente 2.50), entre forjado inferior y forjado superior, sin dejar ningún puente térmico en la Cámara que rellenar a posteriori con trozos de plancha.
- los bordes de las planchas son machihembrados:
1- se evita el puente térmico de la junta entre planchas, pero, aun mas importante:
2- en caso de disponer una cámara ventilada entre aislamiento y muro exterior, se obtiene una junta estanca a la convección del aire a uno y otro lado de las planchas aislantes. Obsérvese que la posibilidad de que el aire se mueva por convección a través de juntas “abiertas” puede llevar a aumentar la transmisión térmica (la convección es uno de los tres mecanismos de transmisión, junto a radiación y conducción) hasta el doble de lo esperado, según mediciones efectuadas por algunos Institutos europeos de la edificación.
En el caso de las planchas RAVATHERM XPS 300 ST se satisface la eventual necesidad de planchas en formato corto de 1250mm, en stock para otros mercados, lo que facilita el manejo de los paquetes de planchas, su trasiego por la obra y el manejo también de las propias planchas al colocarlas.
El aislante térmico, una vez instalado en la cámara de aire, es prácticamente inaccesible. Cualquier defecto en él y en su instalación será, a partir de ese momento, difícil de detectar...
Hasta que sobrevienen condensaciones superficiales, e incluso moho, debidos al puente térmico formado donde se haya producido el defecto. Entonces es aún más difícil (y costosa) su solución.
Aunque cualquier aislante es apto para su colocación en cámara, su buen funcionamiento y durabilidad dependen en mayor o menor medida, según el material aislante elegido, de la instalación:
- hay casos en que, por la naturaleza del material, sensible a la humedad, hay que prever cámaras de aire ventiladas y barreras de vapor.
- por otro lado, un aislante con poca rigidez y consistencia puede sufrir asentamientos por gravedad dentro de la cámara, si no se han previsto las fijaciones necesarias.
- los encuentros múltiples con elementos estructurales (pilares, vigas, forjados) y huecos de ventanas, si no se acometen con el debido cuidado, pueden representar una proliferación de puentes térmicos en la propia cámara, y la consiguiente degradación de propiedades térmicas de la pared y riesgo de condensaciones.
- los aislantes aplicados in-situ dependen de reacciones químicas cuyas condiciones de aplicación en obra son críticas para obtener la efectividad esperada de ellos como aislantes (por no hablar del control básico del espesor aplicado).
En definitiva, si el aislamiento térmico debe depender lo menos posible de las condiciones de instalación, se dispondrá de una mayor seguridad y certeza de que cumplirá su función a lo largo de toda la vida del edificio.